En las negociaciones para la firma de la Paz en 1992, muchas mujeres activas en diferentes movimientos políticos conforman el sector de mujeres ante la necesidad de empujar soluciones a las problemáticas específicas de las mujeres; este sector fue parte de la Asamblea de Sociedad Civil para las mesas de diálogo. Más adelante, se nombran una coordinadora de organizaciones para dialogar las acciones que impulsarían juntas en la democratización y agenda de los Acuerdos de Paz.
Después de 1996 con este intento de paz, la participación política abrió camino, diferentes grupos sociales estuvieron presentes para diseñar procesos, instituciones y mecanismos; el Sector de Mujeres trabajó para que los Acuerdos de Paz impulsaran oportunidades equitativas y se conformara la institucionalización a favor de las mujeres; por lo que se conformó el Foro Nacional de la Mujer.
Poco a poco varios pensamientos son incluidos en esta coordinadora:
  • El pensamiento de izquierda influye en la forma de encaminar las luchas, agrega una visión del mundo, y es compartido con otros movimientos.
  • Los feminismos ayudan a la mirada de cómo y para qué funciona la violencia contra las mujeres y se dibujan en los planes de trabajo las acciones para erradicarla; ayudan a verse como mujeres diversas: diferentes culturas, creencias, luchas y deseos; además ayudan a incorporar los ámbitos íntimo, privado y público para visibilizar los problemas que se dan en cada uno de todos estos lugares, así como las resistencias y las soluciones.
  • Más adelante se empieza abordar el racismo, su efecto en las estructuras sociales y cuáles son los caminos para erradicarlo. La contribución de las mujeres mayas y xinkas ayudan a visibilizar cómo funciona y amplía las cosmovisiones dentro de la coordinadora para ver la vida y a conformar el pensamiento étnico-político.
Se realizan acciones con otras organizaciones e instituciones como la Secretaria Presidencial de la Mujer (SEPREM) como ente rector e impulsor de políticas públicas, propuestas de leyes como la ley de violencia intrafamiliar, ley de acceso universal a la planificación familiar, ley contra el femicidio y otras formas de violencia, entre otras; además, establece procesos de empoderamiento de las mujeres para su participación en el sistema de consejos de desarrollo, lugar de tomas de decisión en lo comunitario, municipal, departamental y nacional.
La coordinadora impulsa procesos como las escuelas de formación política y economía feminista, en donde se construyen metodologías propias entre la educación popular, espiritualidad y feminismos; son las organizaciones en su localidad quienes ponen en práctica estas escuelas. Otras acciones como las campañas para la denuncia y la visibilización de las propuestas de parte de las organizaciones de mujeres.
Planteamientos como "lo personal es político" son llevados a lo público y el debate sobre la maternidad forzada. De igual manera, se desarrollan espacios de reflexión –escuelas- y campañas sociales como parte de las acciones para el cambio del imaginario o la forma de pensar. También, se visibiliza el trabajo de las mujeres y lo que significa para la economía nacional y cómo este trabajo no es remunerado.
En 2005 esta coordinadora toma el nombre de Alianza Política Sector de Mujeres y se abren 3 programas o ejes de trabajo: Fortalecimiento político, Desarrollo económico para las mujeres, Erradicación de la violencia contra las mujeres. El trabajo se fortalece hacia un movimiento político y abre las alianzas con otros movimientos. De aquí en adelante se ha profundizado en los pensamientos con categorías como la Red de la vida, el sujeto político mujeres, la identidad política, el buen vivir, el cuerpo de las mujeres, entre otras. A partir de 2012, la forma de organización de la alianza cambia a consejos territoriales y se amplían los campos de lucha.
"En 27 años la Alianza Política Sector de Mujeres ha empujado procesos para que se logren condiciones más dignas para la vida de las mujeres y para toda la sociedad."